Encontré un artículo que contenía un testimonio.
Creo que está muy bien descrito lo que nos ha podido pasar por la cabeza, tanto que desde que lo he leído he sentido la imperiosa necesidad de compartirlo aquí. Lástima que el título del artículo es de lo peor y desmerece totalmente el hallazgo... Ni siquiera lo copio, lo tenéis en el link...
"En la fase de depresión, dudaba por completo de mi capacidad de hacer algo bien, sentía que mi mente se había vuelto más lenta y se había agotado hasta el punto de volverse prácticamente inútil, no tenía ilusión ni esperanzas en nada, y estaba envuelto en una sensación de que nada tenía sentido. En la fase de manía moderada, cuando estaba arriba mis ideas eran rápidas y brillantes como estrellas fugaces, mi timidez se evaporaba, encontraba las palabras y gestos adecuados a cada situación, y las personas y cosas se volvían interesantes para mí".
"Durante la etapa hipomaníaca mi sensualidad era penetrante, el deseo de seducir y ser seducido se volvía irresistible, sentía que todo era fácil. Cuando llegaba la manía, mis pensamientos rápidos se tornaban demasiado veloces y se multiplicaban hasta ser demasiados. Una confusión abrumadora reemplazaba a la claridad mental, me volvía irritable, me enfadaba y me sentía atrapado. Me parecía que todo el mundo estaba en contra de mi estado de ánimo y mis amigos se asustaban de mí.
Con el tiempo he comprendido que es una afección con muchos puntos en común con otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial, las cuales se mantienen compensadas mediante un tratamiento médico, y para cuyo control es primordial buscar ayuda cuando la enfermedad da sus primeras señales".
http://www.psiquiatria.com/noticias/pacientes_y_familiares/trastorno_bipolar/17491/
Creo que está muy bien descrito lo que nos ha podido pasar por la cabeza, tanto que desde que lo he leído he sentido la imperiosa necesidad de compartirlo aquí. Lástima que el título del artículo es de lo peor y desmerece totalmente el hallazgo... Ni siquiera lo copio, lo tenéis en el link...
"En la fase de depresión, dudaba por completo de mi capacidad de hacer algo bien, sentía que mi mente se había vuelto más lenta y se había agotado hasta el punto de volverse prácticamente inútil, no tenía ilusión ni esperanzas en nada, y estaba envuelto en una sensación de que nada tenía sentido. En la fase de manía moderada, cuando estaba arriba mis ideas eran rápidas y brillantes como estrellas fugaces, mi timidez se evaporaba, encontraba las palabras y gestos adecuados a cada situación, y las personas y cosas se volvían interesantes para mí".
"Durante la etapa hipomaníaca mi sensualidad era penetrante, el deseo de seducir y ser seducido se volvía irresistible, sentía que todo era fácil. Cuando llegaba la manía, mis pensamientos rápidos se tornaban demasiado veloces y se multiplicaban hasta ser demasiados. Una confusión abrumadora reemplazaba a la claridad mental, me volvía irritable, me enfadaba y me sentía atrapado. Me parecía que todo el mundo estaba en contra de mi estado de ánimo y mis amigos se asustaban de mí.
Con el tiempo he comprendido que es una afección con muchos puntos en común con otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial, las cuales se mantienen compensadas mediante un tratamiento médico, y para cuyo control es primordial buscar ayuda cuando la enfermedad da sus primeras señales".
http://www.psiquiatria.com/noticias/pacientes_y_familiares/trastorno_bipolar/17491/