Estoy delante de este papel en blanco que es la pantalla de mi ordenador. Llevo 4 días horribles y ayer tarde acabé, sin darme cuenta, pidiéndole a mi compañero que me llevase a urgencias porque solo quería suicidarme o matar a alguien. Yo, que soy tan pacífica con el resto, acabé en la sala de espera de salud mental del hospital arañándome y haciéndome pequeñas heridas con la targeta sanitaria, la mirada perdida, llorando a ratos, a otros miraba a la gente, quería protegerme, arrancar a correr, desaparecer, no recordaba nada, no me concentraba, estaba perdida... Incluso supe qué era tener obsesiones que, evidentemente, no eran reales.
Durante la tarde había ido a unas pruebas sobre un estudio de trastorno límite de personalidad que se están llevando en el hospital al que voy. Bueno, no sé cómo, acabé llorando en la sala de espera y dentro de la consulta. La psicóloga no pudo hacerme terapia, claro está, pero me dio los típicos consejos de que me calmase, que debía hacerlo poco a poco, hacerme una lista de problemas e irlos solucionando... ¡Cómo si no supiese qué falla en mi vida! O mejor, como si no buscase soluciones. Y después de las pruebas, me despidió hasta la próxima.
Antes de todo, había tenido una discusión bastante fuerte con mi compañero. Bueno, son las típicas discusiones que tenemos a diario, una y otra vez.. ¿Sabeis qué es vivir con una persona que tiene trastorno de personalidad desestructurada? Sientes que te van rebajando poco a poco, que solo mira por él, que has de atenderle constantemente y sino, seguramente se la apuntará y te hará daño donde más te duele. Además, he de ocuparme yo de todos los problemas: los suyos, los míos, los conjuntos... No recibo apoyo y no tengo familia desde los 18 años, cuando me fui de casa porque me maltrataban...
En fin, que al volver del estudio, me puse en la habitación escuchando música, calmándome. Quería escribir un poco. Pero me encontré pensando en maneras serias de quitarme la vida. Ya he tenido 6 intentos y la verdad, aquellos pensamientos me estaban ahogando junto a la abalancha de problemas: trabajo, mi compañero, las deudas... Lloraba y lloraba sin parar pero lo peor es que el dolor que sentía por dentro iba en aumento y me arrastraba. Así que antes de que fuese a más y perdíese el poco control que tenía, le pedí por favor que me acompañase a urgencias.
Allí me atendió un psiquiatra que no conocía. A esto he de decir que en este último año he ido tantas veces a urgencias por mi compañero y en algunas por mí, que los psiquiatras y psicologos del hospital ya me conocen. Total, que al entrar estaba tan nerviosa que no me concentraba, balbuceaba, etc, y me dieron clonacepan. Al cabo de 45 minutos volví a hablar con el psiquiatra y me dio dos opciones: ingresarme o irme a casa con unas pautas psicologicas. No me quiso cambiar la medicación, porque tengo visita con mi psiquiatra el día 20, pero habló conmigo durante un rato y también le dijo a mi compañero que no me dejase sola. También me advirtió que si seguía igual y no podía controlarme, acudiese de nuevo a urgencias y hablaríamos más seriamente de ingresarme.
Y hoy sigo igual. Noto que no puedo, que el dolor es más grande que nada... Es peor que las depresiones que he tenido hasta ahora y lo que más me asusta no es otro intento de suicidio, es que noto que tengo pensamientos que no tienen una base lógica ni real... Y no entiendo porqué, aún medicada, cada vez voy a peor...
Lo cuento aquí porque no sé cómo expresásrselo a los médicos y mi compañero... Es tan delicado que ayer noche, nada más llegar a casa después de urgencias, ya me estuvo gritándo y contestándo mal. Así que volvimos a tener una discusión.
No sé qué pasará pero me siento sola... Muy sola...