Interesante testimonio extraido de www.nuevapsiquiatria.es . En el apartado de colaboraciones.
Hoy el Dr. Javier Álvarez empieza su comentario.
----------------------------------------
Respuesta a AL FIN LOCA, (2013-03-27)
“AL FIN LOCA”
“Al fin loca, al fin ya no sola;
al fin loca, al fin salvada.
Al fin loca, al fin tranquila”.
(W. Wenders, El Cielo sobre Berlín)
Era finales de diciembre de 2010, aunque yo no me daba cuenta de eso. Como de casi nada…
De madrugada sentí que me ahogaba, por lo que me levanté y salí a respirar a la terraza. No tuve suficiente y me fui a la calle, guiada por los milagros, segura de ser dirigida por la Fuerza Divina.
Me llamó la atención que no sólo no hubiera nadie por las calles próximas a la M30, sino que ni siquiera pasaban apenas coches. Todo el mundo parecía dormir, protegido por sus mantas, mientras yo trataba de ocultar el gran despertar de conciencia que experimentaba…
Pocos días después, a petición de mi familia, la Guardia Civil me tendió una trampa y fui internada, una vez más, en un psiquiátrico…
Aquella elevación espiritual de días atrás se convirtió pronto en desesperación mortal y autodestructiva. Lo perdí todo: el trabajo, hasta el último céntimo, y especialmente la confianza de los conocidos, que desde entonces me evitan y me miran con recelo, y de los amigos, a los que comprendo que no me comprendan…
Un muy querido compañero de la infancia, tal vez el más inteligente de la clase, comenzó con un aparente trastorno obsesivo compulsivo en la adolescencia y, desde hace muchos años, vive convencido de que es Jesucristo, esperando que el Padre lo anuncie al resto del mundo.
¿Qué puede hacer la NUEVAPSIQUIATRÍA por nosotros?
Nos llaman ‘locos’ y llaman ‘locuras’ a las atrocidades propias de psicópatas. ¿Cómo no van a tenernos miedo? En general, la mayoría de los enfermos mentales somos mucho menos peligrosos que, por ejemplo, la mayoría de los políticos (entre los que sí abunda la personalidad psicopática). Tan cruel como ese estigma lo es el de la poesía de Wim Wenders: no hay salvación ni tranquilidad en la locura, sino todo lo contrario.
Las enfermedades mentales no son “como las otras”, por mucho que se pretenda. Yo, como tú, sólo tengo una vida, pero en mi caso 100% traspasada por la enfermedad mental o lo que sea.
¿Qué puede hacer concretamente la NUEVAPSIQUIATRÍA por nosotros?
RESPUESTA DE NUEVAPSIQUIATRÍA
Insisto en calificar su texto como dramático y como síntesis perfecta de todas las angustias y preocupaciones que me movieron, hace ya muchos años, a ir elaborando y escribiendo NUEVAPSIQUIATRIA.
Llevo casi cuarenta años presenciando a diario, y con casi total impotencia, casos exactamente iguales al suyo. La psiquiatría clásica, por su propia concepción, conlleva tal perversión que un profesional, aisladamente, no puede hacer casi nada para evitar el daño que se le causa al paciente.
Su texto, aunque muy breve, pone el dedo en la llaga de todas las inconsistencias y contradicciones que presenta la actual psiquiatría y reaviva en mí preguntas que llevo haciéndome durante toda mi vida profesional:
1. ¿Por qué me confunden con un psicópata y califican mis comportamientos poco menos que de delictivos?
2. ¿Por qué me obligan a bajar de mi “gran despertar de la consciencia” de esa forma tan brutal: tratándome como si fuese poco menos que un delincuente, atándome a la fuerza y sin ninguna explicación acerca del por qué de esa sujeción mecánica, al tiempo que me inyectan, sin mi consentimiento, fármacos que nadie me dice por qué o para qué son?
3. ¿Por qué la consecuencia final de todo ese proceso ha de ser que la sociedad, mi familia, mis allegados, mis amigos… me tomen a partir de ahí por un loco rechazable que ha perdido todos sus valores sociales, profesionales y económicos?
A mi mente acuden otras muchas incertidumbres que no han dejado de atormentarme a lo largo de estos cuarenta años y que me han obligado a permanecer en el filo de la navaja durante todo este tiempo. Puedo sintetizar esta dramática situación personal de la siguiente manera: desde que comencé mi formación como psiquiatra, vengo preguntándome si la psiquiatría, así concebida, no será en su conjunto más perjudicial que beneficiosa: ¿Qué predomina, la ayuda que proporcionamos o el daño que causamos?
He aquí la vieja e irresuelta controversia psiquiátrica, que constituyen el apartado de inconsistencias psiquiátricas:
http://www.nuevapsiquiatria.es/corpus/corpus2/index.php
Si el lector se ha tomado la molestia de leer esta larga, y posiblemente farragosa, sección, verá que como individuo aislado, yo no puedo hacer nada para evitar los enormes daños que la psiquiatría produce en cada persona tratada por ella, salvo intentar ser, además de buen profesional, lo más humano y filantrópico que me sea posible.
Continuará mañana...