Este humano ser es una casa de huéspedes.
Cada mañana una nueva llegada.
Una alegría, una depresión, una maldad,
un despertar momentáneo llega
como un visitante inesperado.
Dales la bienvenida y atiéndelos a todos.
Aún si se trata de una multitud de penas,
que violentamente arrasan tu casa
vaciándola de su mobiliario.
Sin embargo, trata a cada huésped honorablemente.
Puede estar despejándote
para una nueva delicia.
Al pensamiento obscuro, la vergüenza, la malicia
recíbelos en la puerta riéndote, e invítalos a pasar.
Siente gratitud por quienquiera que venga,
Porque cada uno ha sido enviado
Como una guía del más allá.
(Rumi, poeta místic musulmà persa del segle XIII)